La isla de San Andrés está rodeada por una barrera de corales y sus playas se distinguen por las arenas blanca, un mar impresionante al que le llaman “mar de siete colores” y una amplia variedad de animales marinos.

Hay muchas razones para visitarla, aquí te nombramos algunas de ellas:

1.    El sitio es un paraíso natural con el que es imposible no sentirse asombrado. Con su agua cristalina y de distintos tonos de verde y azul, es muy fácil ver el fondo y la arena, así estés es un bote en el medio del océano. A los colores impactantes hay que sumar la temperatura del agua: no vas a querer salir del agua tibia, que al mismo tiempo refresca en medio de tanto calor.

2.    Su gente es extremadamente atenta y preocupada por los turistas y visitantes, siempre dispuestos a ayudar en lo que necesiten, desde encontrar el mejor hotel hasta recomendarte el mejor restaurante.

3.    Esta isla es uno de los pocos lugares en el mundo en el que la vida nocturna no se detiene, San Andrés es pura fiesta. La música latina y caribeña sonará todo el día en todos los lugares que visites.

4.    Debajo de las aguas cristalinas de San Andrés viven infinidad de criaturas marinas y peces de todos los tamaños. Puedes mirarlos. Sí, de cerca, y bajo el mar, porque si estás en la isla y no buceas o dejas de hacer snorkel, definitivamente la experiencia no será completa.

5.    Su comida marina es exquisita y llena de muchos sabores que harán que no quieras abandonar la isla.